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Dec 23, 2023

El Mazda 787B tenía una variable salvaje

Si desea un buen par de torsión de gama baja de su rotativo, no necesita admisión

Si desea un buen torque de gama baja de su rotativo, no necesita trompetas de admisión, necesita trombones de admisión.

La mayoría de ustedes conocen el Mazda 787B, el primer automóvil japonés en ganar Le Mans, el único automóvil sin motor de pistón que ganó la carrera y una máquina con un chillido inolvidable. Probablemente sepa que tenía un motor de cuatro rotores, el R26B, pero ¿conocía su sistema de admisión de longitud variable? ¿Y lo has visto en acción? Es bastante salvaje. Mazda está celebrando justificadamente el 30 aniversario de esa victoria en Le Mans, y subió un video que muestra varias partes del automóvil, incluidas las tomas de aire en acción.

La longitud de un corredor de admisión tiene un efecto bastante significativo en la forma en que un motor entrega potencia. En términos simples, los corredores más largos ayudan a generar un mejor par motor a bajas revoluciones, mientras que los corredores cortos proporcionan potencia a altas revoluciones. El uso de un sistema de admisión de longitud variable significa que los ingenieros no tienen que hacer concesiones. Obtienes lo mejor de ambos mundos, y es por eso que muchos autos de carretera tienen sistemas de admisión de longitud variable.

Los motores rotativos son notorios por carecer de torque en el extremo bajo, por lo que los ingenieros de Mazda utilizaron corredores de longitud variable en sus motores de carreras para ayudarlos a competir mejor con las máquinas impulsadas por pistones. Con el motor de cuatro rotores 13J en el 767, Mazda utilizó por primera vez una admisión de dos etapas, antes de actualizar a una admisión de varios pasos para el R26B. La iteración final de los prototipos del Grupo C con motor rotativo de Mazda, el 787B, tenía el sistema de admisión más sofisticado hasta el momento.

Después de 1991, ya no se permitiría que los autos con motor rotativo participaran en Le Mans, por lo que Mazda hizo un gran esfuerzo para fabricar el mejor motor rotativo de carreras que pudo. Ritsuharu Shimizu fue el ingeniero del programa rotativo de Mazda encargado de obtener la mayor potencia posible del R26B. Su solución fueron corredores de admisión totalmente variables que cambiaban de longitud según la velocidad del motor. Los corredores fueron movidos por motores eléctricos y poleas montadas en la parte superior del motor controlado por la ECU. Esencialmente, Shimizu convirtió las trompetas de admisión en trombones de admisión, y funcionó.

Mazda pudo alcanzar 690 hp a 9000 rpm y, lo que es más importante, 448 lb-ft de torque a 6500 rpm. Cifras sorprendentes, pero todavía un poco por detrás de los grandes motores de pistón en los participantes de Sauber-Mercedes, Jaguar y Porsche. Sin embargo, Mazda presionó al organismo sancionador para que redujera el peso máximo del 787B, dándole una ventaja de potencia a peso y una mejor economía de combustible. Los motores rotativos de los autos de carretera son famosos por ser quisquillosos, pero las unidades de carreras de Mazda estaban bien desarrolladas en este punto, y el 787B #55 se abrió paso gradualmente en el campo después de comenzar en el puesto 19. Cuando se le informó de la victoria, aparentemente Shimizu lloró.

Desde entonces, Toyota se unió a Mazda para ganar Le Mans, lo que significa que la pequeña empresa de Hiroshima ya no es el único fabricante de automóviles japonés que ha logrado esta hazaña. Pero es muy dudoso que algún otro automóvil con motor rotativo gane alguna vez, por lo que el 787B permanecerá solo para siempre.

Entusiasta de los automóviles desde la infancia, Chris Perkins es un nerd de la ingeniería de Road & Track y apologista de Porsche. Se unió al personal en 2016 y nadie ha encontrado la manera de despedirlo desde entonces. Estaciona un Porsche Boxster en la calle en Brooklyn, Nueva York, para horror de todos los que ven el auto, incluido el propio autor. También insiste en que no es una persona convertible, a pesar de tener tres.

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